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Erase que se era, y por entonces ya existía, aquello a lo que han llamado poesía.
Dulces letras que salen del alma y pintan un sentimiento no explicado con palabras.
¿Palabras o letras?...
Erase que se era...

martes, 29 de noviembre de 2011

LA FLOR DE UNA VIDA

Como a una margarita, cada vez que se le terciaba, desgranaba sus hojas implorando al cielo que saliera el SÍ.
Se sentía pobre de alma y por ello solicitaba a su pequeña flor que le diera una ilusión, que le diera un poco de aliento, que le hiciera sentir mejor. Pero aquella margarita una vez sí y otra también, le mostraba el NO consecutivamente. 
No salía de su asombro, pensando que siempre tenía mala suerte.
Que nunca aprovechaba el momento idóneo para ser feliz.
Que siempre se le escapaba la buena suerte por algún lado.
Que su margarita siempre le decía que no.
Pensó que siempre comenzaba a contar por el uno, que siempre empezaba a deshojar por el "sí me quiere", que siempre que lo recapacitaba comenzaba a pensar por lo peor que le podía pasar.
Y fue entonces cuando se dio cuenta, que el error es simplemente la persona humana. La que quiere más de lo que tiene, la que sueña más de lo que debe, la que ansía mas de lo que puede...

Sintió en ese momento ser feliz con su pobre alma, con su no momento de felicidad, con su mala suerte y con su margarita negativa...
Fue feliz entonces, con lo mucho o poco que tenía...

1 comentario:

Stefy dijo...

Como tantas veces me has oìdo decir "hay que ser feliz con las pequeñas cosas"... Hay que aprender a vivir con lo obtenido y no anhelar lo que jamás se podrá conseguir...

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