Comenzamos con caricias en nuestros rostros, luego con un suave deslizamiento de nuestros dedos por nuestras mejillas y nos hundimos en un sublime beso, convirtiendo el hechizo del amor en el arma secreta de nuestros corazones enamorados.
Son miles las caricias que suelo darte cuando reposas sobre mi pecho, son tan fuertes los abrazos que te regalo con un solo propósito: el de llenar todo tu espacio con mi sincero y eterno amor que guardo en mi corazón, que desde que te conoció se enamoró completamente de ti.
Hoy te he sentido cerca, muy cerca de mí, y mi alma ha sentido que eres su complemento perfecto para formar juntos el camino de la felicidad, acompáñame por los senderos del amor, que los momentos mágicos los harás tú, siendo mi compañía…
No hay comentarios:
Publicar un comentario