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Erase que se era, y por entonces ya existía, aquello a lo que han llamado poesía.
Dulces letras que salen del alma y pintan un sentimiento no explicado con palabras.
¿Palabras o letras?...
Erase que se era...

jueves, 17 de noviembre de 2011

LÁGRIMAS AGRIDULCES

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Ella pensó que todo iba a ser como estaba diseñado en su mente. Esperaba impaciente el momento. Era la mayor ilusión familiar que contabilizaba desde hacía mucho tiempo. Fue un tiempo de espera y esperanza lleno de alegría, de incógnitas, de maravillosos minutos hablando del futuro que les deparaba.


Cuando se dio cuenta llegó la hora y no supo que hacer. Atada de pies y manos no supo enfrentar el presente, con otra cosa que no fueran lágrimas. Lágrimas de alegría, porque el futuro había llegado después de esperarlo tanto tiempo. Lágrimas de ilusión, por saber que no falló la compañía de nadie. Lágrimas de alegría, por saber cumplido el sueño de unos padres luchadores... y lágrimas de tristeza por un presente que ella no había pensado. Lágrimas de tristeza por cientos de kilómetros de distancia. Lágrimas de tristeza por la marcha del pilar de su vida. 


Cuando oteó el horizonte, vio que le quedaba un largo camino y largo tiempo para degustar este sabor a tristealegranza, a agridulce, a dulcesalado, que le llegaban de dos partes totalmente diferenciadas. La dulzura de un nacimiento y la desesperanza de miles de kilómetros de distancia del pilar de su vida.


Se dijo para sí, que tenía que seguir adelante, intentando separar lo dulce de lo amargo, contemplando desde la distancia como sus seres queridos eran felices en sus respectivas vidas, y entendió que el día tiene mil colores que no era capaz de ver desde la tristeza, que abultaba mas lo gris que lo brillante y que le costaría salir de su atolladero.


Brindó entonces a sus seres queridos desde su corazón, un "me alegro mucho" y siguió digiriendo ese sabor a agridulce que le producía el desconsuelo de saberse sola...



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