Con la luz de la primera hora de la mañana se despertó. Apartó de sí sábanas blancas y mantas de terciopelo y vislumbró entre visillos lo que el sol le susurraba...
Era víspera de navidad y despertaba con el ser más querido a su lado acariciando su incipiente tripa, entre sus besos y sus abrazos.
Pensó que era el día en el que no podría haberle tocado mejor lotería. Lo tenía a él, tenía su incipiente tripa, tenía sus besos, sus abrazos, sus buenos días...
Pensó que en el mundo no podría haber otro gordo más gordo que el que a ella le había regalado la vida...
Supo entonces que sin él y sin el hijo que esperaban no sabría vivir..., sin décimo premiado..., seguro que sí, pero sin ellos..., desde luego que no...
Es el mejor premio que nos da la vida, dia a dia nos regalan experiencia que como madres iran con nosotras hasta el fin de los dias. Para mi lo mejor que me a pasado en mi vida...
ResponderEliminarHas vuelto a leerme... Me siento alagada... Gracias...
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