Nunca supe lo que era tener a alguien tan cercano, a alguien de tu sangre, que por H o por B te hace sentir bien, a alguien del que no puedes pasar sin escucharle a diario. Alguien tan importante en tu vida, que parecía que durante años, hubiera estado enterrado y que hoy por hoy te hace sentir alguien. Te hace sentir persona, te hace tener la necesidad de querer verla, de hace sentir que vas a ser un tentáculo más de su familia.
Familia..., no, no es esa la palabra. La palabra es hermana, ¿qué será tener una hermana?, pues alguien tan importante en tu vida, como para darte la mayor de las alegrías, la mayor de las noticias, la mayor ilusión por un reencuentro cercano...
Alguien a quien quiero muchísimo, y que sinceramente, nunca hasta ahora, había sido consciente de nuestra cercanía.
Sé que no puedo hacer que dejes de sentir temor algún día en tu vida, pero puedo escucharte y buscar soluciones juntas, sé también que no puedo cambiar tus pensamientos, porque no tengo un poder mágico en mis manos, pero quiero decirte que cuando me necesites... ahí estaré para que me cuentes toda tu tristeza y desilusiones.
Solo sé, que se necesita de un minuto para que te fijes en alguien, una hora para que te guste, un día para quererlo, pero se necesita de toda una vida para que lo puedas olvidar, y yo a tí no te sacaré de mi mente nunca...
Sí, tú, date por aludida pequeña gran poeta, que hoy va por tí.
Si la mayoría de las veces tengo miles de palabras en mi mente, ahora no tengo ninguna para poder describir tu entrada. Como ya te he dicho muchas veces mil gracias por todo... no sé que más decirte pues me has dejado... uff...
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